Los colorantes presentes en los alimentos y bebidas como el café, vino tinto, infusiones y otros factores como el tabaquismo pueden modificar con el tiempo el tono natural del esmalte.
Antes de realizar el tratamiento es recomendable una valoración previa para asegurar que el paciente tenga una buena salud bucodental, sin caries y un buen estado periodontal con encías sanas.
¿En qué consiste el blanqueamiento dental?
Los productos blanqueadores utilizados en las clínicas dentales son más efectivos y seguros que los disponibles en farmacias y tiendas online. Por eso, para garantizar éxito del tratamiento y seguridad es importante que sea bajo la supervisión de un especialista. Y se deben seguir unas pautas para que el blanqueamiento sea efectivo durante y después del tratamiento, para evitar una sensibilidad crónica.
Existen dos tipos de blanqueamientos dentales el blanqueamiento domiciliario (en casa) y el blanqueamiento en clínica.
EN CLÍNICA
Es un procedimiento sencillo y sin dolor que consiste en la aplicación en cada diente de un gel blanqueador que contiene peróxido de hidrógeno. El resultado puede variar según el paciente siendo cada caso personalizado según el tono de esmalte inicial.
BLANQUEAMIENTO EN CASA
Blanqueamiento realizado por el paciente aplicando un agente blanqueador en unas férulas personalizadas.
PREGUNTAS FRECUENTES
No, el esmalte no sufre daño y el paciente será controlado en revisiones pautadas. Recomendando pastas dentífricas especificas remineralizantes.
Es un procedimiento indoloro que siempre debe ser supervisado por un odontólogo.
La duración de los resultados del blanqueamiento dental varía según los hábitos del paciente, como la alimentación y el consumo de bebidas como café, té o vino tinto. Mantener una buena higiene oral y evitar alimentos que manchen los dientes puede prolongar los efectos.
El blanqueamiento dental no debería ser doloroso, pero algunas personas pueden experimentar sensibilidad dental durante y después del tratamiento. Esta sensibilidad es generalmente temporal y desaparece en unos días. Si es necesario, el dentista puede recomendar productos desensibilizantes.
Es recomendable tratar cualquier caries antes de someterse a un blanqueamiento dental, ya que los productos blanqueadores pueden irritar las áreas afectadas. Además, los empastes, coronas o carillas no se blanquean, lo que podría resultar en diferencias de color entre los dientes naturales y las restauraciones.
El blanqueamiento dental no se recomienda para mujeres embarazadas o lactantes, personas con problemas graves en las encías, dientes extremadamente sensibles, o para aquellos con restauraciones dentales extensas que no pueden ser blanqueadas.
Para mantener los resultados, es importante seguir una buena rutina de higiene oral, que incluya el cepillado regular y el uso de hilo dental. Evitar alimentos y bebidas que puedan manchar los dientes, como café, té, vino tinto y tabaco, también ayudará a prolongar el blanqueamiento.
Cuando se realiza correctamente, el blanqueamiento dental no debería dañar el esmalte. Sin embargo, el uso excesivo de productos blanqueadores puede desgastar el esmalte con el tiempo. Es importante seguir las instrucciones del dentista y no realizar el tratamiento con demasiada frecuencia.
1ª CONSULTA GRATUITA
Incluye radiografía panorámica, escáner intraoral y tratamiento personalizado.